PROYECTO DE IMPLEMENTACIÓN DE SALA DE ENSAYO “PULSAR”

Abstract

El mercado musical en el Ecuador se ha empezado a desarrollar en los últimos diez años, diversificando sus propuestas al público, creando de esta forma una demanda por grupos musicales. Durante el final del siglo XX se vivió en repunte de la industria musical a nivel mundial llevado de la mano de la tecnología aplicada a la industria y a la difusión de la misma a través de internet y sus medios digitales. La propagación a través de estos medios de música a niveles de penetración que no habían tenido precedente, fácilmente en la actualidad podemos acceder a la música de una banda que acaba de sacar su trabajo de estudio la semana pasada, este efecto de Globalización con respecto a la música ha provocado el nacimiento de un circuito social alrededor de la música, este circuito inicialmente juvenil, desarrolla una relación con la música especialmente la popular por estar intrínsecamente ligada a un periodo temporal que al crecer atesorara, la audiencia juvenil que inicialmente sustenta su género musical preferido genera un circuito de Música en Vivo, este proceso de generación de este circuito se empezó a vivir en Ecuador en los últimos años de esta década, los sitios recreativos que tradicionalmente sirvieron solo de reunión y ventas de bebidas empezaron a brindar entretenimiento en vivo, ya no solo en ciudades como Quito que tenían una tradición de brindar más espacios para la difusión y escucha de música, Guayaquil que es tradicionalmente una ciudad cálida y de ritmos tropicales empezó a abrirse a nuevos ritmos alternativos y posibilidades. Para los empresarios o dueños de estos lugares dada la buena acogida de estos grupos y la ventaja de ser grupos pequeños y medianos que requerían de poco espacio en comparación a grupos de otros estilos musicales, creo un nicho que fue siendo llenado poco a poco con una variedad de grupos y propuestas musicales. Estos grupos emergentes que empezaron a surgir desde los colegios y en conciertos de intercolegiales empezaron a necesitar de lugares de ensayo fuera de los espacios propuestos o dados por sus institutos (en el caso de ser apoyados por estos), esta demanda de sitios de ensayo adecuados a las necesidades, favoreció el nacimiento de salas de ensayo y grabación de mejores calidades que las previas. Antes de estos años las salas de ensayo de la ciudad de Guayaquil se podían contar con los dedos de una mano y sobraban. Estas salas que se habían mantenido por varios años no contaban con las instalaciones adecuadas tecnológicamente para la correcta apreciación del sonido dentro de la sala, esto junto con el estado general de los instrumentos suministrados (si los había) terminaba en una experiencia poco o nada agradable. Por otro lado las salas especializadas